. . : : Quinta Nimiedad... de Sexos, Ciudades y Desesperación : : . .

Bueno, recapitulando un poco la noche de ayer, mientras esperaba mis excelentes programas semanales (Sex & the City y Desperate Housewives), me puse a pensar en la primera vez que ví los primeros capítulos en compañía de una amiga, y para variar, como buenas niñas, nos pusimos a ver quién era quien y en que forma... así pues, hicimos de Carrie, Charlotte, Samantha, Miranda, Bree, Gabrielle, Susan y Lynette, parte de nuestras vidas.


En lo particular, creo que cada chica que conozco (y también chico) tiene algo de ellas en lo más profundo de su ser, personalmente, Susan y Charlotte son mi opción, carácter, modos, reacciones y demás, son el tipo de cosas que me identifican con ellas, en especial con Charlotte y bueno, Susan es una historia muy aparte.


Así pues, los dejo en compañía de estas célebres damas, una breve descripción de ellas, como siempre, para ver si en alguno de los casos se llegan a sentir identificada(o)s:


Carrie: buena mujer treintañera de la época actual, dedicada a trabajar, adicta al cigarro y tremendamente racionalista. Está en la búsqueda de un hombre que llene sus expectativas personales y que no la frene en su desarrollo como profesionista (se dedica a escribir sobre sexo en un periódico). Suele tener un carácter amable y es una buena escucha, pero eso sí, jamás deja de racionalizar todas las cosas que dice y/o hace.


Charlotte: la soñadora del grupo, a veces frívola y trivial, bebedora social y bueno... el resto podrán imaginarlo. Es dulce y buena amiga, su búsqueda del hombre perfecto, radica en la clásica concepción del príncipe azul (los que me conocen y leen esto... ni siquiera se atrevan a decir nada), brinda apoyo desinteresado y en ocasiones se arriesga más de lo que a ella le gustaría.


Samantha: la clásica alma de la fiesta, es tremendamente sociable y tiene un imán impactante hacia los seres del sexo opuesto. Se siente insatisfecha en el ámbito de pareja, puesto que a sus treinta y tantos aún no ha logrado asentarse y eso la ha llevado a meterse en relaciones a veces sin sentido, ligues casuales y confrontaciones incluso de tipo racial.


Miranda: mujer que gusta de vivir sin complicaciones, suele ser una persona práctica que va directo al grano y por su misma forma "pasiva" de comportarse podría ser tachada de tibia, aunque en realidad no es así. Suele ser la voz de la razón entre sus amigas y generalmente puede ayudarlas a tomar buenas decisiones.


Bree: mujer sumamente neurótica que vive de apariencias, mucha gente que le ve por la calle o la conoce, juraría que es la esposa, madre y ama de casa perfecta aunque en realidad no sea así. Es bien conocida por gustar y elaborar cocina gourmet (todo el tiempo!!!), hacer su decoración, tapicería, repostería, jardinería... y la lista sigue en un larguísimo etcétera; muy en el fondo, tiene resentimiento hacia su marido y lo manifiesta de las formas más inconscientes, sus hijos francamente la detestan y en definitiva no tiene idea de lo que significa estar sola.


Susan: ella se quedó únicamente con su hija adolescente tras el abandono de su marido, quien encontró bastante atractiva la idea de hacer pareja con su rubia y tonta secretaria. Susan ha estado demasiado tiempo molesta con su ex esposo, a quien tiene que ver por fuerza dado que aún los une el vínculo de su hija, eso en serio la pone de mal humor. Es competitiva, racional y bastante impaciente, eso sin contar lo explosivo de su carácter (una vez más... no se atrevan a decir nada).


Gabrielle: solía ser modelo, y en verdad es una mujer muy bella; dejó las pasarelas cuando conoció a su exitosísimo marido Carlos, quien únicamente la tiene como adorno en su casa. Tal como se infiere, vive un matrimonio perfectamente disfuncional, disfrazado de pieles, joyas y un estilo de vida asquerosamente caro; la insatisfacción que experimenta en su matrimonio, la trata de compensar teniendo un romance con su joven jardinero preparatoriano y se ha visto obligada a burlar a su suegra con tal de poder tener un momento de intimidad con el muchacho.


Lynette: profesionalmente frustrada, vive como madre de tiempo completo, con dos pequeños demonios que son gemelos idénticos, otro niño más y una bebé de poca edad. Es evidente que quisiera volver a su antiguo estilo de vida, sin embargo, cuatro niños, casa, esposo y demás, simplemente la mantienen atada a casa, incluso, se siente culpable por esa frustración y sin embargo, no hace nada al respecto.


Eso es todo, y recuerden, cualquier semejanza con la realidad, es mera coincidencia.