. . : : Vigésimo Tercera Nimiedad... o de las Crónicas de la Ciudad Mutante : : . .

Tal como lo había prometido, vienen las crónicas de la Ciudad Mutante, con el relato espeluznante de dos noches de Karaoke que fueron verdaderamente memorables, no sólo por ser el cumpleaños de la que ahora escribe, sino por el mero hecho estar juntos entre amigos... debo advertir que la presente Nimiedad viene con varias imágenes que no, no fueron sacadas de un creepy show, simplemente son... gente normal en algún par de puntos perdidos de la Ciudad Mutante.

. . : : Crónica Primera: El fraude del Romeo & Juliet : : . .

Todo comenzó cuando la joven noche del 18 de Marzo comenzaba en algún punto al sur de la Ciudad Mutante, donde una entusiasmada Eickos, esperaba junto con Paulina y Amine por la llegada de los convidados a tan memorable evento (digo, a fin de cuentas, no todos los días se cumplen 26 -y sí, estoy bien orgullosa de mi edad-).

Tras aproximadamente una media hora de esperar, tuvimos noticias de Isa, quien dijo que iba tarde por pequeñas complicaciones técnicas y seguida de ella, una llamada de un Rodrigo sentido porque no le dijimos a que hora saldríamos de la casa de Amine hacia el tan ansiado Karaoke -que dicho sea de paso, había sido previamente visitado y estudiado casi minuciosamente por Rodrigo y por mí misma-; así fue como, casi una hora después, una maravillosa limousine VW Sedan hizo su arribo, con una Kenya y otro Rodrigo, quienes con emoción saludaron y se unieron al grupo.

Ya siendo cinco en la escena, decidimos entrar a hacer uso de nuestra no muy anticipada reservación; una vez instalados en nuestro cómodo rinconcito -ubicado debajo de una bocina- procedimos a lo nuestro: Exigir hojitas y listas de canciones para comenzar a seleccionar; ah sí, también pedimos un par de cartas para ordenar algo de comer y de beber. Aproximadamente unos 10 minutos después, llegó Isa con cara de fastidio, ganas de mentar madres y un bonito microbio de peluche color morado (cuyo nombre oficial y a falta de creatividad de su madrina, lleva el orgulloso nombre de: CHUNCHE).

Algo después, llegó Rodrigo directamente importado de Zona Rosa y mientras se le daba la bienvenida, sonó el celular con una confundida Verónica del otro lado tratando de indagar si debía dar la vuelta en Félix Cuevas o debía seguirse hasta Porfirio Díaz, unos diez minutos después de esa llamada, Verónica y Alba hicieron su triunfal aparición para así completar la comitiva de aquella noche fatal.

En esta imagen, tenemos a un Rodrigo y una Isa,

posando con su mejor cara de rudos para la cámara al inicio de la noche

En esta otra, tenemos a una Kenya posando para la cámara,

luciendo cara de satisfacción por la selección de canciones hecha.

Cabe mencionar que esperamos muy poco para subir al podio a cantar Kenya, Isa, Amine y Yo con la célebre y bien conocida "Besos de Ceniza" inmortalizada por Timbiriche, eso después de negociar con la mesera un par de tragos de vodka clandestinos, dado que las bebidas servidas en ese sitio eran dignas de cualquier kinder garten (o sea, no tenían ni medio mililitro de alcohol).

Para no hacer demasiado largo el cuento, aquella noche sólo cantamos dos canciones, los comensales estaban hartos y sí, damas y caballeros... una hora de arguile con esencia de manzana/canela, nunca es suficiente, en especial cuando te aburres como ostra mientras escuchas aparte de una banda medio apestosona, al grupo de ensamble vocal del Tec de Monterrey Campus Ciudad de México, haciendo el ridículo con un espantoso montaje de "Hoy tengo que decirte Papá" que hubiera merecido los mismos abucheos que ganó Jolette durante los conciertos de la Academia.

Lo que no puede pasarse de largo, es lo que están a punto de ver, si bien, la noche en ese lugar apestó gacha y severamente, pudo valerlo un poco, fue ver a Paulina compitiendo en un "sexy dance", con una tipa (que realmente creo que se confundió de antro, no buscaba un Karaoke, sino un table dance para chambear) en un reñidísimo aplausómetro que terminó en lo que verán a continuación:

Aquí podemos ver a una Paulina de la mano del "Sexy" vocalista

de la Terrible X, después de cantarle ¿sensualmente? como premio por ganar el concurso del "sexy dance"

Así pues, la noche en el Romeo & Juliet, iba terminando, y realmente terminó en caos, cuando al salir del lugar, tras una forzada intervensión al cantar realmente mal "Bring me to life", Kenya le dijo santo, seña y despedida al "gerente" y al cadenero del lugar, criticando su forma de operación, las pocas canciones cantadas y la clarísima preferencia del tipo de la consola por las mesas a su alrededor. Conclusión, independientemente de que jamás volveré a pisar ese lugar -ni siquiera en defensa propia-, terminamos llegando poco más de las seis treinta a.m. del domingo 19 de marzo a medio dormir a casa de Amine... ahí termina la chocoaventura del Romeo & Juliet.

Aunque claro... no se irá sin mencionar a los grandes ausentes: Federico, Manuel, Tom, Victor, Gustavo, Lalo, Guigo, Vicky y Lourdes... sonora trompetilla en honor de su ausencia.

. . : : Crónica Segunda: Mano a Mano en Las Pecosas : : . .

Tan sólo una semana más tarde, Víctor pasaba por mí a la oficina para dirigirnos hechos la cochinilla hacia algún punto en el Primer Cuadro de la Ciudad Mutante para ir a recoger a Kenya e Idalia, e ir a Las Pecosas, otro tugurio perdido en la inmensidad del sur de la ciudad.

Llegamos mi hermano y yo a uno de esos "American Curious" de las cuatro letritas rojas en donde nos encontramos con Id y un amigo suyo, momentos más tarde salíamos de ahí para ir a despertar a Kenya y arreglarnos para salir hacia el bar. Mientras nos poníamos bonitas (tabla al que diga lo contrario ¬¬), sonó el teléfono de la habitación, era el buen Rod, preguntando si teníamos plan para esa noche, así que también quedó cordialmente invitado a nuestra travesía y experiencia con el micrófono.

Una vez que todos estuvimos listos y Rod llegó, todos abordamos la limousine VW Sedan y comenzamos un viaje absolutamente memorable: Claro que fue un viaje memorable... más de una vez estuvimos a punto de dejar sordo a Victor, quedarnos afónicas nosotras y de matar de un ataque de nervios a Rod porque se le complicaba un poquito seguir instrucciones simples como "vuelta a la derecha en la siguiente curva".

Ya instalados en la mesa del bar, pedimos algo de cenar y también de beber, nos entregaron una bonita carpeta con una vastísima colección de canciones para elegir y no tardamos mucho en subir al escenario a cantar, abriendo el concierto con "El me mintió" de la célebre Amanda Miguel, y no es por nada, lo hicimos bastante bien, tanto así que nos aplaudieron.

Aquí una Eickos, una Id y una Kenny posando para la cámara en un momento memorable

Esa ovación pronto fue reemplazada por un sonoro abucheo después de que intentamos cantar "California Dreaming" y nuestras voces masculinas, nomás no daban una, aunque bueno, ¿qué sería de una noche de Karaoke sin un poco de ridículo público? La noche siguió avanzando, nosotras seguíamos cantando y vamos, hasta nos sacaron a bailar, oferta que sólo tomamos Id y yo, ya que Kenya alega no saber bailar ningún ritmo tropicoso.

Finalmente, como había otra cumpleañera en el lugar con su bola de amigos, los host del bar decidieron no tan felizmente que debía haber un mano a mano entre las chicas "del norte" y las chicas "del sur" y debo decir, queridos lectores, que NOSOTRAS GANAMOS EL MANO A MANO!!! SÍ SEÑOR!!!

Desafortunadamente, la noche se vio un tanto recortada dado que mi señor padre se puso un poco difícil y prácticamente me obligó a volver a casa cuando nosotros todavía queríamos seguir la fiesta; así que con todos nuestros honores, nos retiramos del lugar con un nada de pena y un bastante de gloria.

Aquí, una Kenya, una Id y una Eickos cantando en el mano a mano

Y es así, queridos lectores, como terminan las fallidas y accidentadas crónicas de la Ciudad Mutante, y digo fallidas y accidentadas porque apenas en este quinto intento de publicación ha sido cuando han visto la luz, no me despediré sin antes mencionar a los dos grandes ausentes de esa noche: Tom y Gina, que en esta ocasión se salvan de la trompetilla, sólo porque mi pequeña Ginn estaba enfermita y por eso no pudo asistir.

Nos veremos en una nueva nimiedad y/o comentario próximamente.